jueves, 16 de septiembre de 2010

HISTORIA DE LA TIPOGRAFIA:

La historia de la tipografía es una gran parte de la historia de la humanidad y si se quiere se puede considerar uno de los orígenes del diseño gráfico.
La primera escritura de la que se tienen registros surgió en la Mesopotámia en el año 4000 AC y fueron los sumerios quienes la idearon para identificar los productos en el comercio existente entre los ríos. Se les atribuye a los sacerdotes y escribas que eran los que contaban con el poder y el conocimiento.


La historia de la tipografía

Para el 2800 AC aparece la escritura sobre renglones y se produce la evolución de Pictogramas a signos abstractos e Ideogramas. Surgió lo que se llama escritura cuneiforme (cuña).
Entre estos dos surgieron los Jeroglíficos egipcios (3100 AC) que fueron utilizados hasta el 394 AC.
¿Qué son los Fonogramas? 
Son Pictogramas que representan palabras. Fueron los asirios quienes se dedicaron a simplificarlos a 560 signos únicamente.

Contribución asiática en la historia de la tipografía

Los asiáticos inventaron la caligrafía, el papel y la imprenta, todo esto venía forjándose desde el año 2000 AC; pero en ese entonces el oriente estaba totalmente aislado de occidente.
La caligrafía china es 100% visual (diseños abstractos), no es alfabético. Los llamados Logogramas representan una palabra o idea y son unos 44000. El descubrimiento de la imprenta por parte de los chinos tiene 2 etapas: 
1ª) Siglo III AC
Se utilizaban sellos de arcilla, tallados en Jade, Plata, Oro y Marfil. 
En el año 165 DC se comienza a implementar las inscripciones en piedra con relieve entintado.

2ª) Siglo III DC 
Aparecen los sellos positivos y negativos. 
En el año 770 DC acontece la impresión más antigua, el grabado en madera (Xilografía).

La historia de la tipografía

La escritura cuneiforme, los jeroglíficos y la caligrafía china eran muy complejas, puesto que tenían cientos de caracteres. 
Para luchar contra esa dificultad surge el alfabeto, que es un conjunto de símbolos visuales (caracteres) que representan sonidos (habla). 
Los cientos de signos que existían se vieron reducidos a unos 20 o 30, lo cual era una verdadera revolución.

El primer pictograma (dibujo representando un objeto o una idea sin que la pronunciación de tal objeto o idea sea tenida en cuenta) del que tenemos constancia se remonta al año 3.500 a.C., y es una tablilla en pieza caliza hallada en la ciudad de Kish (Babilonia). 



Más tarde, los sumerios desarrollaron ideogramas (símbolos que representan ideas asociadas menos concretas), sistema que fue desarrollándose hasta dar lugar al sistema cuneiforme sumerio de escritura, basado en sílabas que imitaban el lenguaje hablado. Un ejemplo de escritura de este tipo es la tablilla hallada en Ur, fechada sobre el 2900-2600 a. C., que describe una entrega de cebada y comida a un templo. 



La evolución posterior de este sistema silábico dio lugar a la escritura cuneiforme (2.800 a.C.), que utiliza lo que podemos considerar como el primer alfabeto, cuyas letras se imprimían sobre arcilla usando una cuña. 



De esta época datan multitud de tablillas que contienen textos económicos, religiosos, poéticos, y legales, como el famoso código de Hammurabi, uno de los documentos jurídicos más antiguos que existen. 



Sobre el año 1.500 a.C. se desarrollaron en Egipto tres alfabetos (jeroglífico, hierático y demótico). De ellos el jeroglífico (mixto ideográfico y consonántico), basado en 24 símbolos consonantes, era el más antiguo. 



Los fenicios adoptaron este alfabeto egipcio 1.000 años antes de Cristo, usando para escribir pieles y tablillas enceradas, y también lo transmitieron por el mundo civilizado, de tal forma que poco después fue adoptado también por los hebreos y los arameos, sufriendo con el tiempo una evolución propia en cada un de estas culturas.



El alfabeto fenicio fue también adoptado por etruscos y griegos, y de ellos lo fue por los romanos, que en el siglo I ya manejaban un alfabeto idéntico al actual, a falta de la J, la W y la V.

El Imperio Romano fue decisivo en el desarrollo del alfabeto occidental, por crear un alfabeto formal realmente avanzado, y por dar la adecuada difusión a este alfabeto por toda Europa conquistada, ya que muchas lenguas que no tenían sistema propio de escritura adoptaron el alfabeto romano o latino. 



La escritura romana adoptó tres estilos fundamentales: Quadrata (mayúsculas cuadradas romanas, originalmente cinceladas en piedra), Rústica (versiones menos formales y más rápidas en su ejecución) y Cursiva (modalidades de inclinación de las mayúsculas).

Partiendo del modelo fenicio-nabateo se desarrolló también, alrededor del siglo IV d. C, el alfabeto árabe, formado por 28 consonantes y en el que, al igual que el resto de alfabetos semíticos, se escribe sin vocales, de derecha a izquierda. 



En occidente el alfabeto romano fue evolucionando y, en el siglo X, en el monasterio de St. Gall, en Suiza, se desarrolló un nuevo tipo de letra comprimida y angulosa, la letra gótica, más rápida de escribir y que aprovechaba mejor el papel, factores importantes en un momento que la demanda de escritos se había incrementado notablemente, escritos que se realizaban a mano, primeramente en pergaminos y luego, a partir del año 1.100, en papel.

La letra gótica se difundió por toda Europa, surgiendo diferentes variantes (Textura, Littera Moderna, Littera Antiqua, Minúscula de Niccoli,, etc.).

En 1.450 se produjo uno de los hechos más importantes para el desarrollo de la Tipografía y de la cultura humana: Johann Gutenberg (1398 – 1468) inventa a la vez los caracteres móviles y la prensa, creando la imprenta. El primer texto occidental impreso, la "Biblia de 42 líneas" de Mazarino, sale en 1.456, al parecer de la imprenta de Gutenberg. 



El trabajo de impresión posibilitó el uso de nuevos tipos de letra. En 1470 Nicolas Jenson graba el primer tipo en estilo romano inspirándose en las Quadratas romanas, en 1.495 Francesco Griffo diseña el tipo conocido como Bembo, en 1.501 Francesco de Bolonia diseña para el veneciano Aldo Manucio el primer tipo mecánico cursivo y en 1.545 el impresor francés Claude Garamond crea una fundición y comienza a fundir un tipo más informal que la letra romana trajana, basado en el trazo de la pluma de ave. 



Desde entonces, multitud de tipógrafos aportaron su granito de arena a la creación de nuevas fuentes, entre los que destacan Alberto Durero, Giambattista Bodoni, Fournier, Didot, Caslon, Baskerville, Bodoni y, ya en el siglo XX, Max Meidinger (creador de la fuente Helvetica en 1.957), Cooperplate y Novarese.



Vídeo:


http://www.youtube.com/watch?v=nJjMNbS3-GY

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